La Revolución Cubana irrumpió en paralelo con una relectura del peronismo por parte de ciertos sectores en nuestro país, en el contexto de la Resistencia y el agotamiento de las expectativas de las izquierdas y el nacionalismo popular respecto del gobierno de Arturo Frondizi. En dicho contexto figuras como Alicia Eguren y John William Cooke viajaron en abril de 1960 a Cuba. Siete años más tarde, Leopoldo Marechal, otra de las personalidades centrales de la vida intelectual peronista, visitaría la isla.